Tener una mascota no sólo nos da compañía, momentos de juego y alegrías. Además, pueden ser una pieza clave a la hora de rehabilitar a pacientes con enfermedades físicas o psíquicas que los debilitan en el plano social, emocional y cognitivo.
Es la Zooterapia, cuando las mascotas forman parte integral del tratamiento de un paciente. Tiene como misión seleccionar, entrenar y certificar animales que sean de apoyo en tratamientos y terapias para pacientes de todas las edades.
El objetivo del contacto humano-animal es:
1. Mejorar la calidad emocional y la seguridad en pacientes que han perdido la motivación ante situaciones de la vida. Comúnmente, cuando una persona ve un animal suele automáticamente bajar los niveles de agresividad y aparecen muestras de cariño y cobijo.
2. Cultivar la empatía, ayuda a cambiar el enfoque exterior de los pacientes, que ya no se preocupan tanto de sus problemas, sino que gran parte de su atención y tiempo está dedicada a los animales;
3. Ayudar a sociabilizar, a que los pacientes se acepten a sí mismos e incluso trae beneficios fisiológicos, ya que muchos pacientes se relajan ante la presencia de animales.
4. Ayudar a los pacientes en tareas prácticas. Los animales son entrenados para que empujen, tiren y acerquen objetos, como bastones u objetos que el paciente necesita para desenvolverse.
OJO: No todos los animales son capaces de liderar un tratamiento.
Los animales que hacen Zooterapia son entrenados desde muy pequeños y se les prepara para ser parte de los procesos educativos y terapéuticos. En el caso de los perros, por ejemplo, las razas más idóneas son los Golden y Labrador Retriever, puesto que casi no presentan niveles de agresividad.
Perros, gatos, caballos, aves, conejos e incluso delfines. La Zooterapia contempla a todos los animales no agresivos que pueden ser un aporte a la rehabilitación de los pacientes. Como se ve, los animales son mucho más que amigos que brindan su compañía, sino que también pueden ayudar a personas a superar enfermedades y barreras.
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