5 pasos para enseñarle a no morder desde cachorro

Cuando los cachorros juegan con otras personas, suelen morder, masticar y lamer sus manos, ropa o zapatos. SI bien al principio este tipo de comportamiento nos puede parecer tierno, lo cierto es que no lo será tanto cuando cumpla 5 o 6 meses de edad y su mordedura sea bastante más peligrosa.

Afortunadamente hay métodos para evitar que esto ocurra. Con disciplina y paciencia, los siguientes consejos debieran ayudarte a entrenar a tu mejor amigo para que no muerda lo que no corresponde:

Sustitución

Para empezar, si sorprendes a tu perro mordiendo algo que no debiera, inmediatamente reemplaza el objeto por algo que sí estás permitido, por ejemplo un hueso de cartílago o un juguete.

Enséñale a jugar

Otra técnica efectiva es acostumbrarlo a practicar otro tipo de juego que no involucre la mordida constante, como perseguir la pelota o tirar de la cuerda. De esta forma, lo acostumbrarás a gastar su energía en otro tipo de actividades y además lograrás establecer un vínculo más cercano con tu mascota.

Socialización

Este paso es fundamental para condicionar un comportamiento adecuado durante toda la vida. Por ello, acostumbra a tu perrito a estar rodeado de gente y de otros animales apenas cumpla con su programa de vacunación inicial. Al igual que en el paso anterior, la descarga de energía es clave para evitar conductas inapropiadas y la socialización lo convertirá en un animal alegre, cariñoso, juguetón y amable.

Órdenes Verbales

Una técnica común para evitar diferentes conductas inadecuadas es el uso de una orden verbal enérgica. Por ejemplo, si estás jugando con tu cachorro y te muerde, inmediatamente da la señal fuerte y clara, y aléjate de él para indicarle que ese tipo de comportamiento no es aceptado. Apenas se calme o muestre señales de haber comprendido, prémialo y reanuda el juego.

Variedad

Sorprende a tu cachorro con nuevos juguetes cada semana para mantener su interés y curiosidad. Con el tiempo, lograrás identificar cuáles de ellos son los que más le gustan y, por lo tanto, contribuyen a modificar conductas inapropiadas.