La prevención es la mejor forma de entregarle todo el cariño que tu perro o gato necesita. Con un calendario ordenado de vacunas y consultas podrás reducir de forma significativa los riesgos de que contraiga alguna enfermedad peligrosa.
Mantener al día las vacunas de nuestros perros y gatos es una de las medidas básicas para mantener a raya enfermedades que pueden ser muy peligrosas o que incluso se pueden transmitir a los humanos.
Al momento de nacer, perros y gatos cuentan con la protección de la leche materna que los resguarda de enfermedades e infecciones. Sin embargo, a partir de los 60 días de vida ese cuidado comienza a debilitarse, haciendo vulnerables a los cachorros antes enfermedades que pueden ser fatales a su corta edad.
A las defensas naturales que el animal comenzará a producir, por lo tanto, debemos prestarle una ayuda externa a través de vacunas administradas por un médico veterinario, quien deberá establecer un calendario de inyecciones para evitar algunas de las patologías más comunes.
En el caso de mascotas adultas, también es necesario que reciban tratamiento, ya que su sistema inmunológico puede declinar con la edad. La recomendación es consultar con el médico veterinario, quien determinará la frecuencia de las vacunas y cuáles de ellas deberá aplicar dependiendo del lugar donde vive y la condición del animal.
Para perros, las enfermedades más comunes que se evitan a través de este método son la rabia, el distemper, la hepatitis, el adenovirus, la parainfluenza, la parvovirosis, la leptospirosis y el coronavirus.
En el caso de los gatos, una oportuna vacunación los dejará inmune a enfermedades como la rinotraquetis viral, el calicivirus felino, la panleucopenia y el herpes felino.
